NOTA IMPORTANTE: el cochecito Vizaro Pearl del reportaje es la versión 2019. En la última versión hay pequeños cambios estéticos (cesta inferior, llantas ruedas, etc..); de todas formas, las conclusiones del reportaje son totalmente aplicables a la última versión del cochecito de bebé Vizaro Pearl. Las conclusiones también son aplicables a Vizaro Onyx
En esta prueba real del carrito Vizaro Pearl, vamos a un parque infantil urbano en un día de primavera. Ha estado lloviendo por la mañana pero a primera hora de la tarde deja de llover, sale un sol estupendo y la niña de 3 años está deseando salir al parque. Aunque está el terreno mojado, cogemos nuestro carrito Vizaro y llevamos a la niña a jugar y correr al parque.
Cogemos el cubrepiernas para abrigar a la niña, aunque hace sol, acaba de llover y el día está fresco. A diferencia de los sacos nórdicos, el cubrepiernas de Vizaro permite tapar al bebé con los zapatos puestos por lo que es muy rápido salir de paseo.
Llegamos al parque, bajamos a la niña y se pone a jugar.
Una vez que termina de jugar y correr, la niña viene y se quiere ir a casa pero....¡tiene los zapatos llenos de barro!
Con Vizaro esto no es un problema, la silla tiene una barra reposapies (para mayor comodidad del niño en la silla, va con los pies apoyados en lugar de con los pies colgando). A diferencia de otras marcas, el reposapies va cubierto de polipiel resistente, el cual no se ensucia, hace que el barro no se pegue y se limpia fácilmente sólo sacudiéndolo.
Además, también a diferencia de otras marcas y de los saquitos nórdicos, el cubrepiernas para abrigar al bebé, va con un forro interior de un material antiadherente, antimanchas e impermeable para evitar que se ensucie cuando el bebé lo toque con los zapatos.
Ha salido el sol y aprovechamos para tomar algo antes de ir a casa, nos sentamos en una terraza. ¡La silla de Vizaro está diseñada para utilizarla como trona! A diferencia de otras marcas, la silla de Vizaro tiene la altura perfecta para encajar en una mesa y dar de comer al niño sobre ella. No hace falta cargar con mil trastos, tronas portátiles, etc..
¡Es perfecta para ir a terrazas!
Llegamos a casa y es hora de limpiar, ¡madre mía!, ¡cómo ha quedado el reposapies de la silla de barro!
No hay problema, se sacude un poco... ¡y ya está limpio!
Las ruedas se quedarán limpias una vez se seque el barro y se caiga pero le podemos dar con un poco de agua para limpiarlas en el momento. El chasis y la cesta están perfectos, a pesar de la gran cantidad de barro del parque, el carrito va muy alto y el carrito no se ensucia fácilmente.
Quitamos el cubrepiernas y.....¡casi no está sucio!
Se sacude un poco el cubrepiernas y ya está limpio para guardarlo.
Que bien nos lo hemos pasado, ¡gracias Vizaro!
NOTA IMPORTANTE: aunque en el reportaje está representado el carrito Vizaro Pearl, lo mismo es totalmente aplicable al carrito Vizaro Onyx ya que las diferencias son mínimas.